6 octubre 2017

El pasado martes 3 de octubre, el Dr. Conrado Varotto, fundador de INVAP, Director Ejecutivo y Técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), recibió el máximo título honorífico que entrega la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), “Doctor Honoris Causa”. En el marco del evento, el destacado físico Mario Mariscotti ofreció la tradicional laudatio, que compartimos a continuación:

“LAUDATIO» EN OCASIÓN DEL DOCTORADO “HONORIS CAUSA” A CONRADO VAROTTO
UNSAM – 3 DE OCTUBRE DE 2017.
Mario A.J. Mariscotti

Agradezco la invitación de la Universidad Nacional de San Martín para decir unas palabras sobre el Dr. Conrado Varotto en esta ocasión en la que se le otorga el título de Doctor Honoris Causa.
Lo agradezco con toda sinceridad porque tengo un enorme aprecio y admiración por el Dr. Varotto. Él es una persona de enormes méritos y extraordinaria humildad y merece este homenaje y muchos más.
Permítanme que primero haga una breve reseña de su trayectoria para luego comentar sobre sus logros y mencionar algunos recuerdos.

TRAYECTORIA
Varotto nació en la provincia de Padua durante la Segunda Guerra y vino a la Argentina con sus padres cuando tenía 9 años, en 1950. Según él ha contado, sus padres buscaban un país con “una aureola maravillosa, próspero, una tierra de grandes oportunidades”, y “un lugar donde nuestros hijos puedan estudiar”.
A la edad de 15 años ingresó a la FCEN de la UBA y en 1959 ganó una beca para ingresar al Instituto de Física de Bariloche (hoy Instituto Balseiro). Allí se licenció y doctoró en Física y en 1968 fue a Stanford con una beca del CONICET.
En el Depto. de Ciencias de Materiales de Stanford estuvo 2 años. Como bien sabemos Stanford es la cuna del Silicon Valley. Según palabras de Varotto “Stanford marcó mi forma de ver a la vinculación entre ciencia e industria”. En aquellos años en la Argentina la cultura imperante en las instituciones académicas no favorecía la investigación aplicada y menos aún, su comercialización (lo que hoy día llamamos “transferencia”).
A su vuelta a Bariloche creó y dirigió por unos años el Departamento de Investigación Aplicada y ante la evidencia de que un organismo del Estado no era adecuado para vender tecnología empezó a germinar, en 1974, la idea de crear una empresa con este fin. Primero el Almirante Pedro Iraolagoitía, Presidente de CNEA, apoyó la idea y luego su sucesor Castro Madero le dio el empuje para concretarla en 1976. A mi modo de ver, ésta ha sido una de las iniciativas de mayor impacto económico y social de la aplicación del conocimiento en la historia del país
Varotto dirigió INVAP hasta 1991. Siguieron dos años de cierta zozobra donde compartimos la incerteza de nuestros futuros (yo también había dejado CNEA y estaba comenzando con THASA y recuerdo que hasta llegamos a hablar de asociarnos en ese emprendimiento), pero poco después él ganó por concurso el cargo de Director Nacional de Planificación, Evaluación y Control en la Secretaría de CyT. Por fortuna (en mi opinión) en 1994 fue designado responsable de la conducción de la recientemente creada Comisión Nacional de Actividades Espaciales, cargo que mantiene hasta hoy.
Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba y de la Academia de Buenos Aires. Recibió varios premios, entre otros, de la Sociedad Científica Argentina, en 1993 el Konex de Platino a la figura más destacada de la década en Tecnología Nuclear, en 2001, 2003 y 2008 fue galardonado por el Gobierno de Italia. En 2012 obtuvo el Premio Consagración de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en 2015 el Senado de la Nación le otorgó la Mención de Honor. Hace unos pocos días recibió el Premio “Eccelenze Venete Nel Mondo” (Excelencia Véneta en el Mundo) un emotivo reconocimiento de sus antiguos compatriotas.

LOGROS
Varotto fue uno de los pioneros del espíritu Silicon Valley en Argentina. La creación de INVAP, si bien una labor de un equipo de personas, tiene su sello de creatividad y empuje personal inconfundible. El diseño mismo de la nueva empresa: hacerla como sociedad del Estado propiedad de la Provincia de Río Negro con un Directorio presidido por CNEA, funcionando sin subsidios estatales, dispuesta a enfrentar los vaivenes del mercado como una empresa privada, se debe a él. En los primeros años se lograron éxitos importantes como la tecnología del zircaloy, el RA6 y sobretodo el uranio enriquecido. Después vinieron tiempos más complicados que la organización de INVAP permitió superar. Para sobrevivir, INVAP salió a vender al mundo y tuvo éxito. Logró una experiencia inédita en la Argentina de venta de tecnología propia compitiendo con los más importantes proveedores internacionales. Me refiero a la serie de reactores nucleares vendidos al exterior. También INVAP supo ampliarse a otras áreas tecnológicas de avanzada como radares y satélites.
Dije antes que por fortuna Varotto fue designado responsable de CONAE. Allí también demostró su creatividad en la estructura que le dio a la institución que ha tenido una continuidad sorprendente, poco habitual en la Argentina y salvó a la actividad espacial argentina después de la hecatombe del proyecto Cóndor. CONAE se ha distinguido por ser una institución con un Plan Estratégico de verdad. Varotto me honró al pedirme que escribiera el prólogo de su primera versión. Fue un plan que tenía objetivos y metas concretas, cronogramas, compromiso de resultados y presupuesto definido. Cuando el flujo previsto de fondos no se concretó Varotto fue una vez más capaz de buscar soluciones no convencionales. Destaco su capacidad de concretar acuerdos de cooperación internacional e intranacional (cooperación con muchas instituciones argentinas) que permitieron llevar al espacio los satélites SAC-A, B, C y D/Aquarius. La NASA de EEUU confió tanto en INVAP que
este último, lanzado en 2011, llevó un instrumento de la NASA que costó alrededor de doscientos cincuenta millones de dólares. Un informe reciente de una agencia internacional destacó el hecho de que el SAC-D era el único que estaba aportando datos de la salinidad de los océanos. La cooperación internacional incluye acuerdos con Italia para una constelación satelital y la CONAE está trabajando en el desarrollo de una nueva generación de satélites segmentados, es decir, que se integran en el espacio.

RECUERDOS
Conocí a Varotto en las aulas y pasillos de la benemérita sede de la Facultad de Ciencias Exactas en Perú 222, en 1959. Por pocos meses. Yo venía de hacer mi primer año en Ingeniería y él se estaba yendo para Bariloche. Un breve tiempo de cruce pero fogoneado, creo, por nuestro catolicismo practicante y nuestra participación en el entonces movimiento universitario humanista.
Luego fueron los años de residencia en el exterior para ambos. A la vuelta al país, en 1970, convivimos como investigadores de CNEA, él en Bariloche y yo en Buenos Aires, pero la “interacción fuerte” comenzó en 1984 cuando me designaron director de I&D y me convertí en el principal cliente de INVAP con un contrato dominante, la Planta de Enriquecimiento de Pilcaniyeu. INVAP para entonces ya era una entidad de prestigio especialmente por el logro del enriquecimiento de uranio, anunciado en noviembre de 1983, que nos llenaba de orgullo a todos en CNEA, programa del cual yo era ahora partícipe.
Recuerdo la emoción de la primera visita a la Planta de Pilcaniyeu y al laboratorio secreto detrás del chalet Soria Moria en el Llao Llao.
En el verano de 1984 tuvo lugar una insólita reunión con el agregado científico de la embajada americana en la cual con Varotto y Osuna discutimos el acceso a Pilca a cambio de las Malvinas (¡!). En ese mismo verano, Varotto, que me había venido empujando para que terminara el libro de Huemul, me facilitó servicio secretarial para pasar el manuscrio en limpio. En otra oportunidad tuvimos que sortear una situación muy complicada cuando el premio Nobel pakistaní Abdus Salam visitó Bariloche y pidió ir a la Planta al tiempo que una comitiva nuclear de la India visitaba CNEA!
En el año 96 durante la administración Del Bello de CyT trabajamos juntos en la confección de lo que fueron las Bases para una Discusión de la Política de CyT. Varotto se ocupó, con éxito, de coordinar la comisión 2 la más complicada de todas. Fue una colaboración muy valiosa la suya en esa circunstancia.

PERFIL HUMANO
Mi aprecio y admiración por Varotto no se debe solamente a los logros mencionados sino también, y especialmente, a sus atributos personales. Varotto es un “hacedor” de enorme efectividad. Siendo yo “cliente” de INVAP, como lo mencioné, aprendí de él a gestionar expedientes con singular pericia y eficacia. Varotto tiene una inagotable energía y fe en los grandes desafíos y esto lo combina con una humildad y sensibilidad humana excepcional.
Muy pocas veces lo he escuchado rezongar por algo, siempre ve el lado positivo de las cosas aún pequeñas y creo que gracias a eso ha sido capaz de superar los obstáculos más difíciles (y también ataques) que harían claudicar a una persona normal. Es también notable su constante preocupación por el bienestar de quienes lo rodean. Vale recordar que fue también parte de su diseño de INVAP disponer que parte del paquete accionario de la empresa fuera para sus empleados.
Me he preguntado sobre el origen de esa personalidad tan fecunda. Tal vez su infancia durante la guerra tenga algo que ver. Por cierto conmueve la imagen de un chico de cuatro años que corre a abrazar al ignoto prisionero de guerra que vuelve a casa y le dice. “Yo te conozco, sos mi papá”.
Gracias querido Conrado por haber hecho tanto y demostrar con hechos que no es una utopía alcanzar el sueño de una Argentina próspera mediante el cultivo y la aplicación del conocimiento.

FUENTE: UNSAM 

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