1 septiembre 2016

Un día como hoy, hace cuatro décadas, en una pequeña habitación del Centro Atómico Bariloche (CAB), un grupo de jóvenes de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) comenzábamos a construir un sueño. Y así, casi sin querer y sin saberlo, estábamos haciendo historia.

 Claro, en realidad, todo empezó un tiempo antes de la fundación oficial de “Investigación Aplicada”, que era el nombre original de la empresa. Allá por 1972 el Dr. Conrado Varotto lanzaba el grupo de “Física Aplicada” dentro del CAB, con la idea de hacer “cosas que sirvieran para solucionar problemas concretos”, como intentaba explicarnos a un grupo de jóvenes científicos, en su mayoría recién recibidos del Instituto Balseiro.

Luego vinieron -con la CNEA- los primeros proyectos: la planta piloto de producción de esponja de circonio, la construcción del Reactor RA-6 en Bariloche, el desarrollo de la tecnología de Enriquecimiento de Uranio en Pilcaniyeu, hecho que signó todo el desarrollo de INVAP en su primera década de vida.

Los proyectos
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Durante los años 80 llegó la primera exportación llave en mano de un reactor nuclear de investigación a Argelia; luego, en los difíciles años 90 fue la primera licitación ganada para proveer un reactor a Egipto y, finalmente, en los 2000, la firma del contrato del Reactor OPAL de Australia, el cual cumplió hace pocos días sus primeros 10 años de correcto funcionamiento y es uno de los más modernos en su tipo en el mundo.

Como consecuencia, en la actualidad no hay licitación de este tipo de reactores a la que no nos inviten a participar y, también gracias al éxito de este proyecto, participamos actualmente del Reactor RA-10 (en construcción en Ezeiza) y su gemelo brasileño, el Reactor Multipropósito Brasilero. También participamos del
Proyecto del Reactor CAREM, actualmente en construcción por parte de CNEA.

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En paralelo, a partir del año 1991 fuimos desarrollando capacidades satelitales, luego de que la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) firmara un convenio de colaboración con la agencia espacial norteamericana NASA. A partir de entonces diseñamos y construimos los Satélites de Aplicaciones Científicas SAC-B, SAC-A, SAC-C (que batió todos los récords al mantenerse en servicio durante casi cuatro veces el período de vida previsto) y el SAC-D/Aquarius, que corona de alguna manera esa colaboración de 20 años con la NASA. ¡Y también nos animamos con los satélites de comunicaciones! Y allá fueron el ARSAT-1 y el ARSAT-2, que son orgullo de todos los argentinos.

Justamente como un derivado o spin-off de la tecnología satelital a partir del proyecto del satélite SAOCOM (¡hoy en plena construcción!), vimos la posibilidad de diseñar y construir radares terrestres. Esta nueva etapa comenzó en 2002 con la construcción de un primer prototipo y luego 22 radares secundarios para control del tránsito aéreo, distribuidos en los aeropuertos del país. Después continuamos con el Radar Primario Argentino RPA para Defensa y, más recientemente, con los Radares Meteorológicos, para la Subsecretaría de Recursos Hídricos.

Asimismo exportamos equipos y Centros de Medicina Nuclear y de Radioterapia para el tratamiento del cáncer y, en la actualidad, colaboramos con un ambicioso programa nacional dirigido por la CNEA, que brindará el primer Centro de Radioterapia a nuestra querida Bariloche en el CAB.

Todo eso, además del Vehículo Aéreo No Tripulado, la Televisión Digital Abierta, desarrollos en Energía Eólica, Energía Hidrocinética y Prótesis de Cadera, actualmente en ejecución forman parte de los más de mil Proyectos Tecnológicos llevados a cabo hasta la fecha.

Una empresa con Valores
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Pero más allá de lo fundacional de aquella Visión inicial de Varotto y del grupo fundador ¿cuál es el denominador común en esta historia? ¿Qué es lo que atraviesa y está siempre presente en cada nuevo desafío de INVAP? Su gente: un grupo humano extraordinario, conformado por personas con distintas habilidades, puestas al servicio de un objetivo común.

Hay además entre nuestros Valores, varios condimentos esenciales que nos alimentan y nos empujan a persistir, avanzar y crecer. Compartimos un espíritu de equipo, audacia ante las dificultades –no sólo tecnológicas– y un ideal nacional: “No al colonialismo mental”, es decir, no menospreciar nuestra capacidad frente a la de otros países más desarrollados.

Tal como elaboramos entre todos, podemos decir que en esta historia tenemos una Misión, que consiste en desarrollar y ejecutar proyectos tecnológicos aportando valor estratégico a nuestros clientes, en el marco de una empresa autosustentable.

Generar fuentes genuinas de trabajo, fomentando el desarrollo del personal y de la comunidad, respetando el medio ambiente. Y es una misión posible. Es simple, pero no es fácil. Nada que realmente valga la pena se obtiene sin esfuerzo compartido. Y en eso estamos.
Orgullosos de trabajar en una organización solidaria en la que, desde los que tenemos mayores responsabilidades hasta el más novel de los empleados, compartimos el compromiso, en la que la organización del personal ha desarrollado, desde su carácter mutual, beneficios especiales, becas, plan de viviendas, club de deportes y una escuela infantil, en la que el personal elige a un Director con participación plena y que, a la hora de distribuir ganancias, todos recibimos lo mismo.

También ha contribuido a nuestros logros el que vivimos de lo que vendemos, que la propiedad de INVAP es cien por ciento de nuestra Provincia, que su objeto social es la creación de fuentes genuinas de trabajo desarrollando tecnologías, que reinvierte sus utilidades, que maximizar las ganancias no es el _n principal de nuestra tarea, aun siendo indispensable generarlas para asegurar la sustentabilidad y el desarrollo de la empresa.

Todos estos elementos conforman un modelo de gestión empresarial no tradicional que tiene una forma de relación laboral diferente donde confluyen los intereses de los trabajadores y los de la empresa. Este modelo, en evolución permanente, es un elemento clave para esta empresa.

Desafíos a futuro
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Los desafíos a futuro son grandes y variados. Por ello, queremos invitarlos a sumar y a continuar transpirando la camiseta. Redoblemos esfuerzos en avanzar hacia nuestra Visión: Ser una empresa referente en proyectos tecnológicos a nivel mundial y protagonista del desarrollo nacional.

Nos debemos a nuestro país, a nuestra provincia y a nuestra comunidad de
Bariloche, ante cuyas necesidades siempre estamos dispuestos a contribuir.
Las puertas siempre están abiertas y los oídos dispuestos a escuchar nuevas ideas, críticas, aportes y soluciones que mejoren nuestro día a día y el desarrollo de INVAP.

En este nuevo aniversario, los invitamos a continuar poniendo todo su talento, trabajando en una empresa en la que valga la pena creer y soñar juntos, y que nos sintamos más orgullosos que nunca siendo parte de ella.

Hoy, sigamos haciendo historia juntos.

Héctor “Cacho” Otheguy
Gerente General y CEO
INVAP SE